Atasco en la M-30. Más de media hora de retraso. Nervios. Llegaremos justo a tiempo para hacer la facturación y salir corriendo hacia la puerta de embarque. Hay que deshacerse de los líquidos, beber el agua, los zumos, los refrescos. No podemos permitirnos parones en los controles.
Parece que lo hubiéramos hecho toda la vida. El grupo es una piña y todos estamos sincronizados. Documentación en mano, vamos pasando los controles.
Somos los últimos en embarcar y nos acompañan seguidores del Atlético de Madrid viajando a Londres para ver el partido contra el Chelsea.
Pronto aprendieron la primera lección de Competencia Social y Ciudadana:
STAND ON YOUR RIGHT
Un
vuelo fantástico, sin retrasos ni turbulencias, anticipa que todo va a
salir como estaba previsto. Hasta el tiempo, despejado, está a nuestro
favor. Nos montamos en el autobús y pronto llegaremos al Colegio, donde
nos esperan profesores y compañeros ingleses.
Ya en el City of London Freemen's School, hacemos tiempo hasta la hora indicada disfrutando de los campos de deporte, el césped verde y cuidadosamente cortado. Nos paseamos por los espacios exteriores: la iglesia, el cementerio, los distintos edificios colegiales. Llegó la hora de pasar al comedor y esperar a que aparezcan los compañeros.
El encuentro es cordial, en general algo torpe, con las típicas preguntas sobre el vuelo. Pronto se organizan y cada uno va a su casa, confiado pero seguramente también intrigado por lo que le espera. Es lo que más les inquieta.
El aeropuerto es enorme y el colegio esta genial al llegar casi todos pensamos que nuestro colegio cabía en sus campos de deportes.
ResponderEliminarEstuvo muy bien volver a ver a nuestros compañeros y a los compañeros de los demás, luego al llegar a la casa de nuestro compañero llego la hora de conocer a toda la familia.
Mi familia era muy divertida y les encantaron los regalos que les lleve; después de eso me enseñaron a darle ordenes al perro: "sit" " shake the poor" fue muy divertido